De Polé a Kuzamil
Cuenta la leyenda que desde el pueblo de Polé, emprendían los mayas uno de los acontecimientos más importantes de su vida, la Travesía Sagrada Maya. Esta peregrinación consistía en cruzar en canoa desde Polé, ahora Xcaret, hasta Kuzamil, ahora Cozumel.
La batalla contra los Señores del Xibalbá
Para los mayas, el agua era la puerta hacia el inframundo y debían enfrentarse a los Señores Guardianes del Xibalbá y vencerlos, para poder llegar con bien a Kuzamil, a donde llevarían ofrendas al templo dedicado a la diosa Ixchel.
La ambivalente diosa Ixchel
Las mujeres debían ir al menos dos veces en su vida, una de niñas con su madre y otra de madres con sus hijas, para pedir salud, fertilidad, sabiduría, buena cosecha y vestido. La diosa Ixchel, es la diosa madre relacionada con la luna, la diosa del amor, de la feminidad, de la ternura, la medicina y los textiles, pero que si bien era bondadosa, abundante y otorgaba vida, era también la del conocimiento oculto, las aguas, mareas, traía inundaciones, huracanes y muerte.
Zona Arqueológica San Gervasio
Llegaron los conquistadores y sojuzgaron la cultura maya, tomaron posesión de sus pueblos y se fueron extendiendo a lo largo y ancho de los 16 kuchkabales o cacicazgos mayas. El templo a Ixchel en Cozumel no fue la excepción y fue dedicado a San Gervasio. Las tradiciones y deidades mayas fueron prohibidas y gran parte desaparecieron, como lo fue la Gran Travesía Sagrada Maya.
El regreso de una tradición
El Parque Xcaret revivió esta tradición que ya no se practicaba, y año con año celebran esta peregrinación con la misma intensidad, más de trescientos canoeros se preparan seis meses antes de partir, llevan a Ixchel ofrendas para pedir por «ese algo» que tanto anhelan.