Palacio de Versalles, Francia
Por @Charlielontano
Es el 20 de Agosto del 2010 y estoy sentado en los jardines del palacio de Versalles, Faltan casi 7 años para que conozca a Ileana y Francesca para que me inviten a escribir lo que ahora estoy sintiendo, pero en este momento eso no importa, es más, esa idea ni siquiera existe en mi cabeza, estoy preocupado/encabronado por algo que en este momento me parece el puto fin del mundo.
Perdí de vista a Armando hace una hora, él nunca ha estado aquí y no habla ni una palabra en francés, he recorrido el palacio dos veces buscándolo e incluso ya lo mandé vocear en el interior.
Ahora que lo pienso… ¿Qué se sentirá que tu nombre suene a todo volumen en el salón de los espejos?
Weeeey, ese lugar ha visto tantos reflejos como momentos históricos, además es tan precioso… Si hubieran existido los celulares en el siglo XVIII, estos páneles tan relucientes y tan caros como un año de sueldo de cualquier sirviente en el palacio, hubieran sido perfectos para tomar unas nudes épicas.
¿Recuerdan la clase de historia cuando hablan de la firma del tratado de Versailles?
Ah, pues fue aquí, en este salón se firmaron los tratados de paz de la primera guerra mundial … Como sea, comienza a atardecer y este wey y yo debemos regresar a París. ¡No lo veo, maldita sea!
El viaje a París es casi de una hora en tren, no sabemos si tenemos hospedaje o si simplemente tendremos que vagar nuevamente por la zona con 30 kilos de equipaje cada quien antes de llegar a un lugar donde dormir, cometimos la pendejada de no reservar con tiempo el hostal y todavía Airbnb no es lo suficientemente popular para que busquemos algo de emergencia, es más yo creo que en Francia todavía no existe y por lo que a nosotros respecta, todavía ni sabemos qué es eso.
Sigue haciéndose tarde, empiezo a creer que la fuente de Neptuno y los jardines de la reina ya no me están haciendo tanta gracia. De saber que estaría solo “paseando” por el palacio me hubiera ido al museo de Orsay, ese no lo conozco y aquí ya había estado hace unos años, bien dicen que estampita repetida con completa álbum.
Bueno, tampoco es que sea la muerte, siempre es interesante visitar este lugar e imaginar que eres parte de la corte, aunque sería padre compartir esa sensación con alguien y no estar imaginando babosadas tú solo en medio de tantísima gente.
Siempre he pensado que ir a un museo debe ser como bailar, de nada sirve que lo hagas con alguien que no lo disfruta tanto o que no va a tu ritmo, es de hueva ir con alguien que no se detiene a honrar a los testigos silenciosos de la historia , llámense cuadros, escultura, espejos, fuentes, etc, no digo que Armando sea así, es más parece que él lo disfruta tanto como yo, pero a ver, él DE-SA-PA-RE-CIÓ.
En este momento la preocupación por el paradero de este wey no me deja ver algo muy valioso que aprendí en este viaje y que aprovecho para compartirles a modo de consejo.
Si van a visitar un museo y quieren ir a su propio ritmo, es momento de practicar el desapego y darle la tarde libre a su acompañante de viaje (si este no lo disfruta tanto como ustedes) para que haga lo que mejor le plazca mientras ustedes disfrutan a fondo la experiencia de sumergirse en el mundo de alguien más a través de una exposición o una instalación.
No se amarguen, todos somos diferentes y disfrutamos de diferentes maneras, habrá a quien le apasione más ir de compras que ver la cama de María Antonieta. Sepárense, dense chance y después pueden ir a cenar, tan amigos como siempre.
Bueno, creo que es tiempo de moverme, pero no sé si sea buena idea, que tal si él también me está buscando y damos vueltas en círculo.
Otro consejo, establezcan con sus amigos un punto de encuentro y una hora, por si les pasa algo como a mi, sobre todo en espacios muy grandes que se encuentran a miles de kilómetros de casa, se ahorrarán tiempo, angustia y muchas buenas fotos que se quedan pendientes por estar buscando a alguien.
¡¡MIREN, AHÍ ESTÁ!!, formado en la fila de la tienda de recuerdos bien quitado de la pena.. GRRRRRR.
Datos de interés
Valor entrada básico 18 euros que incluye Galería de los Espejos, Grandes Apartamentos del Rey y le Reina, dormitorio del Rey etc.
Valor entrada completo 20 euros incluye todo el palacio y el palacios de Trianón y el Dominio de María Antonieta.
Horario:
Palacio
Todos los días salvo los lunes
9 am – 17h30 pm
Ultima admisión: 17 pm – Cierre de la caja: 16h50 pm
Palacios de Trianón y Dominio de María Antonieta
Todos los días salvo los lunes
12 pm – 17h30 pm
Ultima admisión: 17p m – Cierre de la caja: 16h50 pm
Jardín y Parque
Todos los días
8 am – 18 pm
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